miércoles, 2 de abril de 2008

Misión Viacrucis o la aventura de los módulos esquivos

Había que reconocer que en lo que a cedulación respecta la Quinta República parecía más eficiente que la Cuarta, o al menos eso podía jurarlo antes de hoy. Aunque el material de la cédula bolivariana es de menor calidad, esta tiene la ventaja de ser digitalizada y entregada de manera inmediata, cosa que no ocurría con aquellas que servían para abrir puertas pero que se tomaban su buen tiempo para ser entregadas, sólo cuando había el material…
Supongo que esta historia empieza cuando un mediodía de la semana pasada me atendían en un feo McDonalds –¿hay uno bonito?- de la tampoco muy agraciada Valencia. No importa por qué me encontraba ahí, sólo quiero destacar que era mi primera visita propiamente dicha a la capital carabobeña y ya no quisiera volver. Hago el pedido y tengo en mi mano un billete verde y suficiente. La cajera pide que le de dos bolívares fuertes para devolverme diez exactos. Abro el koala, saco la cartera y allí consigo Bs. 1300 (débiles), lo cual genera que la cajera empiece a experimentar una situación dilemática bastante aguda –¿regalarme o no regalarme Bs. F 0,70?- que sostuvo por alrededor de cinco minutos mientras pedía sencillo a otros cajeros y compañeros, hasta que gracias a su espontánea bondad y a que nadie más tenía sencillo eligió cederme los 0,70 (léase setecientos bolos). Tanto tiempo había pasado que el vuelto y el pedido llegaron al mismo tiempo. En ese momento tomé el dinero y, entre la simultaneidad de los eventos, mi cartera quedó atrapada en otra dimensión. Más nunca la volví a ver, ni a lo que ella contenía, por supuesto: casi 300 Bs F (cosa excepcional), 3 tarjetas de débito, la de crédito de mi desafortunada madre y –ahí viene lo peor- cédula, certificado médico, licencia, y hasta el rif, sin contar todo lo sentimental que allí podía tener. Hay varias hipótesis del hurto y mi torpeza no se descarta en ninguna, pero el hecho es que me sentí como un esencial idiota.
La cédula es lo primero que hay que recuperar para readquirir la condición de “ciudadano”, me he dicho. Todo lo demás depende de esta pequeña y endeble tarjeta de identificación. Por eso estuve pendiente de la página web de la Onidex. Me planteé ir el lunes para resolver el problema, pero la ubicación de los módulos de cedulación no fue actualizada sino hasta el propio lunes –supongo que nadie se cedula ese día o sólo lo hace si se tropieza fortuitamente con el operativo-, por lo que tuve que optar por el martes. El lugar que más me convenía era el Parque del Oeste Jóvito Villalba, cerquita de la estación de Gato Negro.
Creo que a la altura de La Hoyada, abordaron el vagón un par de chamos con sendas guitarras y comenzaron a cantar y pedir dinero a cambio. Más bien intentaban cantar. Un señor que les dio dinero consolaba su dádiva diciendo “bueno, por lo menos cantan, es mejor a que estén robando”. Estamos de acuerdo. Ahora viéndolo bien, yo debí captar que aquel desafinado dúo era un mal presagio del destino, pero qué se hace, no supe leer la señal. Y ahora que lo recuerdo, cuando comencé a subir las escaleras de Gato Negro una señora tarareaba todavía la canción de la Negra Tomasa que el dueto acababa de mascullar. Ahí seguro había otra señal, un día negro, oscuro, las tinieblas quizá.
Me disponía a ingresar al parque del oeste, pero tres guardias que estaban en la puerta me dijeron, atropellándose verbalmente los unos a los otros, que ahí ya no era el operativo, que lo habían cambiado para el Periférico de Catia. Yo no lo podía creer si antes de salir de la casa y todavía, mientras escribo, aparece en la página que el martes 01 de abril hay módulo en el parque del oeste -corrobórelo aquí- , información que, dicho sea, se posteó el mismo lunes 31 de marzo. Yo estaba confuso y me imagino que tenía una cara de desconcierto.
- Pero bueno, cambiaron el lineup –me dijo uno de los guardias para tranquilizarme y molestarme a la vez. Otro de ellos me dijo que siguiera derecho y en la Iglesia del Carmen cruzara a la izquierda. Eso hice pero preferí detenerme a preguntarle a un policía que estaba justo en el cruce.
- Vas bien, sigue por aquí pa´abajo, cruzas la autopista y es donde ves esa pared azul…
- Pero ¿por ahí puedo cruzar? –pregunté algo preocupado al ver la velocidad con que los carros pasaban. Era el comienzo de la autopista Caracas-La Guaira.
- Tienes que cruzar toreando los carros –insistió el responsable de la ley y la seguridad ciudadana- pero bueno, si no te sientes capacitado –ahora retándome-, entonces mejor te vas por aquí derecho y luego cruzas a la izquierda, es mejor, no vaya a ser que te arrolle un carro y después la culpa es mia...
Le dije que prefería esa segunda opción y seguí mi camino. Pero cometí el error de bajar por unas escaleritas que conducían justamente a la autopista. El destino me estaba obligando a cruzar y así lo hice con mucho cuidado. Del otro lado, unos barrenderos muy amables de las adyacencias del Periférico me dijeron que el operativo debía ser por la plaza, y así , obedientemente, me fui caminando por dentro hasta llegar a la Plaza Sucre de Catia. Allí no había nada. Le pregunté a otros trabajadores de franelas rojas y me dijeron que seguramente habría operativo en Pérez Bonalde. Una muchacha del grupo se ofreció a llevarme si le brindaba el almuerzo, a lo cual tuve que negarme por estar cansado del peloteo y, sobre todo, tan sin dineros.
Entonces tomé la decisión de irme a las oficinas principales de El Silencio a elevar mi reclamo formal como un ciudadano digno y burlado. Yo recordaba que según la lista poco confiable publicada en Internet también habría módulo en la lejana estación de Las Adjuntas. No fue sino hasta que recorrí la transferencia cuando decidí probar suerte por allá. Ya no quería hacer un reclamo y luchar por los derechos de la colectividad, ahora sólo quería mi cédula y ya. La gente del Metro, siempre amable, me hizo el favor de comunicarse con la estación terminal para no irme a la deriva. En efecto, estaban operando y allí estarían hasta la 1:00 pm –ya era más de las 11:00 am-. Entonces me fui hasta allá. El trayecto se llevó su tiempo, pero apenas llegué, empecé a hacer mi cola en las afueras de la estación. Me puse a conversar con un señor a quien también le habían robado la cartera en su trabajo y así se fueron los minutos.
-Siguiente… -Caminé y extendí la hoja con la única copia de cédula que tengo. La mujer se le quedó viendo en silencio con mirada perversa…
- Yo así no te la puedo recibir. Esta copia está muy oscura…
Al primer segundo tal vez pensé que era una broma pero al verla tan seria me sentí desamparado, frustrado y sobre todo incrédulo por tantas negativas… En este país uno no puede ni siquiere tener identidad, pensé. Qué diría Freud.
- Pero si ahí se ve, acércatela bien, ahí se lee… -supliqué.
- No te la puedo recibir así. Necesito que se lean las letras, los números, la foto, la huella ¡Siguiente!
- Espera, yo traje una partida de nacimiento –repliqué agotando todas las esperanzas.
- El recaudo es fotocopia de cédula. Si no tienes otra copia mejor, entonces ve al servicio de dactiloscopia en El Silencio…
- Tengo carnet universitario… Mira –se lo mostré al tiempo que ella le quitaba la vista.
- No aceptamos carnet. Si se leyera mejor la copia de repente te paso con el carnet. ¿No tienes pasaporte? -inquirió sintiéndose, supongo, como San Pedro en las puertas del cielo.
La palabra “pasaporte” me recordó aquel otro trámite en la oficina de Maiquetía, que tampoco fue nada fácil. Yo no me iba a llevar el pasaporte a ver si me lo robaban también… Negué explicando que no lo llevaba conmigo a todas partes…
- Si tuvieras el pasaporte te lo aceptaría. Mañana vamos a estar en El Junquito, si quieres lo llevas allá mañana… ¡Siguiente!
Sólo me quedó bajar la cabeza, dar la media vuelta y apurar el paso para llegar a tiempo a la Universidad. Ya hice mi queja virtual, seguramente inútil. Mañana me llevo el pasaporte a ver si me tropiezo con algún operativo que diga con letras rojas y orgullosas: Misión Identidad.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

que pálida, chamo... no se si la nota es graciosa o que te reíste después, etc

la estocada de la tipa en Las Adjuntas es parte del randomness que te otorgó el mal augurio...de verdad espero que la vaina no esté desmejorando porque yo boto cédulas en las circunstancias más locas.

GENIAL el detalle del fiscal ...que risa lo de torear los carros.

Moraima Guanipa dijo...

Los viacrucis ciudadanos están a la orden del día. Kafka aterrizó en nuestras tierras... Te felicito por tu insistencia y fe ciudadanas. ¿O desesperación? Porque ciertamente, la CI te la piden hasta para cruzar las calles.

Juan Carlos dijo...

Mi estimado Ricardo!
Para de sufrir, a lo mejor en esos templos puedes conseguir la salvación. De verdad crees que a la V República le interese la identidad de sus ciudadanos? o aún peor le interese la ciudadanía del Pueblo Mismo, peor cuando tú no eres parte del soberano. Este no es el final, es sólo el inicio del viacrusis ministerial. Cuando no fue Pascua en Diciembre, ni Semana Santa en Abril, en el 2008. Aprenda a leer las señales que te da la V dimensión.

Un abrazo!

The Jay Kay Show dijo...

jay kay (juan pablo )
Ricardo, ricardo tu valor, nobleza y dedicacion a esta aventura que tenemos los venezolanos, para sacar cualquier documento en este pais, me hace compararlo con la serie LOST, ya que cualquier cosa inverosimil puede pasar a la hora de tomar esa aventura llamasa Cedulacion!

Anónimo dijo...

Epa hermano. Con estos bueyes tenemos que arar. Lo peor que es que hacen propagandas costosísimas anunciando las virtudes de dichos operarivos.
Por cierto Richard te invito a mi blog
www.tigrero-literario.blogspot.com
Espero que te asomes por allá

Zarqawi dijo...

Estimado:

Muy buen texto, lo cual ya es una costumbre. Me reí mucho, de verdad que para vivir en esta tierra hace falta bastante humor negro...me imagino que si sigues escribiendo así, con el paso del tiempo te podrás convertir en una especie de opio que nos difumine la realidad de vivir en esta tierra de hampones, chaborros y matraqueros....

Del resto, siga con el buen trabajo, pero no leas mucho (aún no lo sabes, pero tu capacidad de ascender en la escala profesional es inversamente profesional al nivel de tu cultura...detalles, eh...).

Enhorabuena !!!

Demoníaco Pacheco

Zarqawi dijo...

Sorry: "Inversamente proporcional"

(Debe ser el tema del opio)


Saludos

ChEmEkMaN dijo...

Marico lo q tenias q hacer es comportarte como un fucking chavista tierruo y energumeno xq asi son todos. Te plantabas en esa verga y hasta q no te dieran la cedula no te ibas!!! Estar identificado es un derecho NOJODA!!!!!!!!

Yimmi Castillo dijo...

Si te leen este post en Francia, seguro te llaman diciendo que ganaste algún premio literario... tiene todos los detalles de Realismo Mágico que les gusta a los europeos... Si no me crees, lee lo que pasó a Hernán Casciari.
No sabes como me destornillé de la risa con lo del fiscal.
Lamentablemente te conejearon brother, la partida de nacimiento era válida para sacarte la cédula. La próxima vez vete preparado con la carta de vacunas de tu perrita y los papeles del carro... ah! y la fotocopia de la CI de tu abuelita. Solo por si acaso.
Eso es parte de la derecha endógena de este proceso bolivarariano y socialista... a la horca con ellos (o será mejor a la Orca?)
Al menos en el metro se conserva el detallazo de tener trabajadores al servicio del usuario... esperemos que no se pierda.

Ricardo Andrade dijo...

Queridos amigos! Qué grato leer sus comentarios! Muchas gracias por compartir conmigo esta pasión ciudadana que no le deseo a nadie...
Este es el mal de unos cuantos venezolanos desesperados y de manos atadas frente al sistema. Ciertamente, detrás de todo esto hay un grave problema de irrespeto y desinterés que viene del Estado hacia sus ciudadanos.
Por cierto, dado el placer catártico que evidencian sus cínicos y compasivos testimonios, estoy pensando en escribir una segunda parte porque, además, el día de hoy fue casi tan terrible o más que aquel...
Saludos afectuosos! Ahora me siento mejor...

Anónimo dijo...

Hola Ricky, desde la ciudad de los crepùsculos, con la narraciòn de tu cuento -no, historia porque es real, aunque de manera parcial, porque faltan aùn creo tres dìas màs-, no puedo evitar el que se me llenen mis ojos nuevamente de làgrimas de sòlo imaginarme las escaleritas hacia la autopista, las señales entre las personas, como diciendo èsta es carnada fàcil, ataquemos.., sitios tan peligrosos donde todos los dìas la Sra. Carmen quien nos ayuda en los quehaceres de la casa, todos los dìas me cuenta una historia diferente, tal como que niños de 11años o adolescentes de 13 y 14 años ya tienen tremendas pistolas consigo atracando a la gente, a ella misma,el hurto de una bolsa de mercado, a la hija la amenazaron con matarle la niña de brazos si no entregaba el celular,todos los dìas o casi todos los días oyen disparos y se informan los de abajo con los de arriba y viceversa. Tu me echaste el cuento, pero no me imaginè que para tì, tu identidad pudiera valer màs que tu vida en ese momento... aunque creo que no es eso exactamente, si no que todavìa uds. muchachos no evaluan en su totalidad los riesgos a los cuales estamos expuestos a veces unos màs que otros... y las mamàs como que siempre estamos pendientes de eso. Inclusive se hubiera podido ir a cualquiera de estas zonas en èpocas de elecciones porque todos estos centros si estaban bien custodiados por un sin nùmero de efectivos militares trasladados en convoys, otros vehìculos militares rùsticos inmensos con un nombre como "pinsawer", que por cierto anteriormente tambièn nos los facilitaban para campañas preventivas en salud para el medio rural, son especiales para este tipo de vìas, de dìficil acceso, no para avenidas y calles de ciudades como se ven desplegadas en èpocas eleccionarias, veànse nuevamente en Diciembre del 2008. Ademàs, lo otro importante de resaltar son las horas-hombre, las horas-estudiante perdidas que nunca jamàs se vuelven a recuperar. Ricardo para tì y para todas aquellas personas, sobre todo estudiantes, las miles de bendiciones para que Dios, La Vìrgen y todos los santos los protejan dìa a dìa en todos y cada uno de los viacrucis que hay que realizar en Venezuela para poder realizar cualquier tràmite legal, sin tener que pasar por tantas viscicitudes, Que Dios Te Bendiga mi amor!!!!

Anónimo dijo...

Estimado paisano, te felicito por el texto, en especial por el título. Por otro lado, debo cumplir con el penoso deber de informarte que la semana pasada ví un módulo de misión identidad funcionando en el centro comercial galerías de los naranjos.

Un abrazo!

CC dijo...

Bueno, Ricky...así es
Tú llegaste a ver "Cédula Ciudadano"? Es una tortura parecida a la tuya, de hecho creo que se podría hacer un buen guión con lo tuyo, de pronto hasta de proyectico independiente nos sirve, no? Villa del Cine y eso...5ta república.